lunes, 22 de julio de 2013

¡Vuelta a casa!

    Admito que llevo mucho tiempo sin publicar, pero no todo es malo. En este tiempo han pasado muchas cosas memorables.
    El año pasado, por fin, me Licencié en Humanidades con mi querida especialidad en Gestión y Técnicas Informáticas para Archivos, Bibliotecas y Bases de Datos; la cual no se me olvida nunca a pesar de su largo nombre.
    Después, decidí matricularme en el Máster Oficial de Arte, Museos y Gestión del Patrimonio Histórico en la Pablo de Olavide. ¿Para qué moverme de casa después de seis años y con los mismos profesores? Y, de nuevo, me gradué a pesar de que el trabajo fin de máster se defienda en Octubre.
Actualmente, lo que hago, además del trabajo fin de máster, es un Curso de Community Manager a través de la web Andalucía Compromiso Digital. En el cual estoy aprendiendo mucho y ampliando algunos temas de los que ya tenía conocimiento. Es un curso muy recomendable para profesionales como nosotros ya que hay que estar a la altura de la gran demanda de profesionales de Community Manager y SEO que hay hoy en día.

¡Un abrazo y Hasta pronto!

sábado, 19 de febrero de 2011

¡¡Larga vida a los documentos!!

De nuevo, otro post sobre la restauración de los documentos. Esta vez publicado por la revista Consumer, en la cual describen, paso a paso, la restauración de un documento acompañado de imágenes que muestran detalladamente las obras maestras de muchos restauradores.

Aquí os dejo el enlace para que podais comprobar vosotros mismos esta maravilla. Sobre todo, lo que vale más la pena, son las imágenes.

http://revista.consumer.es/web/es/20110201/actualidad/informe1/75873.php?utm_campaign=twitter&utm_medium=twitter&utm_source=twitter


¡¡Espero que os guste!!

lunes, 7 de febrero de 2011

Elena Poniatowska gana el Biblioteca Breve con la historia de Leonora Carrington

Y seguimos con literatura latinoamericana, Elena Poniatowska gana el Biblioteca Breve con la historia de Leonora Carrington. Un premio dotado por 30.000 euros.

Destinada a tener una vida fácil, pues era la rica heredera de un magnate de la industria textil, acabó sumergiéndose en el París más delirante, aquel que compartieron Salvador Dalí, Marcel Duchamp y el mismísimo Max Ernst, con quien mantuvo una turbia relación. Leonora Carrington, indomable pintora surrealista, es el objeto de la novela con la que la escritora mexicana Elena Poniatowska ha ganado el Biblioteca Breve, 'Leonora', un libro que "se desarrolla entre la locura y el arte", en palabras de José María Caballero Bonald, miembro del jurado del prestigioso premio que convoca Seix Barral.

Emocionada, Poniatowska quiso dedicar el galardón a todas las mujeres. En especial, a las mujeres mexicanas, "que estamos viviendo tiempos de agresión". Y a su padre y a todas las escritoras "que merecen premios como éste y no los tienen". Buena amiga de Leonora Carrington, el personaje que centra la historia, Poniatowska aseguró que "sé que ella no va a leer esta historia, porque no lee nada que tenga que ver con ella". A menudo cenan juntas, toman el té y Leonora habla de muchas cosas "pero nunca de sí misma". Tampoco menciona a Max Ernst.

"Creo que ni ella ni Remedios Varo son pintoras surrealistas, simplemente pintan su mundo interior", afirmó la escritora, que dijo que el único periodo surrealista que vivió Carrington fue el que pasó con Ernst en París. "Pero duró poco. Enseguida llegó la guerra y ella tuvo que marcharse. Primero a Madrid, después a Lisboa y finalmente a México, donde se estableció", explicó. País en el que, ya desheredada, empezó a vivir de sus cuadros.

"México fue su refugio, el lugar en el que tuvo a sus hijos y en el que pudo conversar de pintura con alguien con quien compartía mucho, su amiga Remedios Varo", aseguró Poniatowska. Allí desarrolló 2su mundo infantil", el que aparece en sus pinturas, y huyó de Frida Kalho porque "por entonces Diego Rivera iba armado con una pistola y quería hacer la revolución y Leonora venía de una guerra y no quería ni oír hablar de violencia". "Sí, puede decirse que se trata de un libro moral sobre ella", concluyó Poniatowska.

Elena Poniatowska nació en París en 1932 como la princesa Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor, por lo que es de ascendencia aristocrática, hija del príncipe Jean Joseph Evremond Sperru Poniatowska (descendiente directo del rey Estanislao II Poniatowski de Polonia) y de María de los Dolores (Paula) Amor Yturbe, ciudadana mexicana de ascendencia francesa.

Ganó el Alfaguara de novela en 2001 con 'La piel del cielo' y su influencia en la cultura mexicana ha sido siempre muy importante. 'Hasta no verte Jesús mío' (1969) y 'La noche de Tlateloco' (1971), sobre la matanza estudiantil en la plaza de las Tres Culturas de México, son algunas de sus obras. En 2007 ganó el Premio Rómulo Gallegos por 'El tren pasa primero'.

martes, 1 de febrero de 2011

La recreación de las novelas

La primera noticia que me ha llamado la atención ha sido ésta: Donde el amor en tiempos de cólera, en la cual, el hermano del famoso escritor Gabriel García Marquez, afirma que anhela la llegada de su hermano a su tierra, a Cartagena de Indias; y poder pasear con el por sus calles ya que sus novelas están recreadas en la citada ciudad.
Este escritor colombiano, junto con Isabel Allende, es uno de mis escritores favoritos, ninguna de sus novelas tienen desperdicio. Tampoco tiene edad, aunque algunas sean un poco más difícil de entender por el estilo de éste. Como, por ejemplo, Crónica de una muerte anunciada, que no es una novela con sentido lineal si no que va dando saltos en el tiempo; empezando por el final, contando la historia y volviendo al final. Digo que no tiene edad porque yo me lo lei con 15 años, no tenía grandes conocimientos de escritores de tal magnitud como él y mucho menos, estaba acostumbrada a la jerga del español en Latinoamérica. Y, a partir de ahí, no me volví a separar de él, devoro cada libro que publica y estoy orgullosa de tenerlo entre mi colección, tan preciada, de libros.
Después de leer esta noticia, sinceramente, no me gustaría perderme por nada del mundo Cartagena de Indias. Tiene que ser una sensación increible hacer esa ruta dónde se van recreando cada una de las historias de García Marquez. Poder comprobar, en primera persona, que esas historias en las cuales me sentí atrapada, tuvieron algo de realidad.

sábado, 29 de enero de 2011

¿Puede internet manipular nuestra mente?

Desde que me he registrado en Twitter, he descubierto muchas cosas interesantes, sobre todo, noticias relacionadas con las bibliotecas, internet, las redes sociales, etc.
Hace un rato, me he encontrado una entrevísta a Nicholass Carr en portada en EL PAÍS titulada un mundo distraído. Dicha noticia habla de temas generales sobre los que nos podemos encontrar en internet, cómo nos absorben las redes sociales y nos quitan nuestro tiempo sin saber cómo ni por qué. Os dejo la noticia, porque vale mucho la pena leerla. Espero que saquéis vuestras propias conclusiones de ésto.


ENTREVISTA: EN PORTADA
Un mundo distraído

La tercera parte de la población mundial ya es 'internauta'. La revolución digital crece veloz. Uno de sus grandes pensadores, Nicholas Carr, da claves de su existencia en el libro Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? El experto advierte de que se "está erosionando la capacidad de controlar nuestros pensamientos y de pensar de forma autónoma".

El correo electrónico parpadea con un mensaje inquietante: "Twitter te echa de menos. ¿No tienes curiosidad por saber las muchas cosas que te estás perdiendo? ¡Vuelve!". Ocurre cuando uno deja de entrar asiduamente en la red social: es una anomalía, no cumplir con la norma no escrita de ser un voraz consumidor de twitters hace saltar las alarmas de la empresa, que en su intento por parecer más y más humana, como la mayoría de las herramientas que pueblan nuestra vida digital, nos habla con una cercanía y una calidez que solo puede o enamorarte o indignarte. Nicholas Carr se ríe al escuchar la preocupación de la periodista ante la llegada de este mensaje a su buzón de correo. "Yo no he parado de recibirlos desde el día que suspendí mis cuentas en Facebook y Twitter. No me salí de estas redes sociales porque no me interesen. Al contrario, creo que son muy prácticas, incluso fascinantes, pero precisamente porque su esencia son los micromensajes lanzados sin pausa, su capacidad de distracción es enorme". Y esa distracción constante a la que nos somete nuestra existencia digital, y que según Carr es inherente a las nuevas tecnologías, es sobre la que este autor que fue director del Harvard Business Review y que escribe sobre tecnología desde hace casi dos décadas nos alerta en su tercer libro, Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? (Taurus).

Cuando Carr (1959) se percató, hace unos años, de que su capacidad de concentración había disminuido, de que leer artículos largos y libros se había convertido en una ardua tarea precisamente para alguien licenciado en Literatura que se había dejado mecer toda su vida por ella, comenzó a preguntarse si la causa no sería precisamente su entrega diaria a las multitareas digitales: pasar muchas horas frente a la computadora, saltando sin cesar de uno a otro programa, de una página de Internet a otra, mientras hablamos por Skype, contestamos a un correo electrónico y ponemos un link en Facebook. Su búsqueda de respuestas le llevó a escribir Superficiales... (antes publicó los polémicos El gran interruptor. El mundo en red, de Edison a Google y Las tecnologías de la información. ¿Son realmente una ventaja competitiva?), "una oda al tipo de pensamiento que encarna el libro y una llamada de atención respecto a lo que está en juego: el pensamiento lineal, profundo, que incita al pensamiento creativo y que no necesariamente tiene un fin utilitario. La multitarea, instigada por el uso de Internet, nos aleja de formas de pensamiento que requieren reflexión y contemplación, nos convierte en seres más eficientes procesando información pero menos capaces para profundizar en esa información y al hacerlo no solo nos deshumanizan un poco sino que nos uniformizan". Apoyándose en múltiples estudios científicos que avalan su teoría y remontándose a la célebre frase de Marshall McLuhan "el medio es el mensaje", Carr ahonda en cómo las tecnologías han ido transformando las formas de pensamiento de la sociedad: la creación de la cartografía, del reloj y la más definitiva, la imprenta. Ahora, más de quinientos años después, le ha llegado el turno al efecto Internet.

Pero no hay que equivocarse: Carr no defiende el conservadurismo cultural. Él mismo es un usuario compulsivo de la web y prueba de ello es que no puede evitar despertar a su ordenador durante una breve pausa en la entrevista. Descubierto in fraganti por la periodista, esboza una tímida sonrisa, "¡lo confieso, me has cazado!". Su oficina está en su residencia, una casa sobre las Montañas Rocosas, en las afueras de Boulder (Colorado), rodeada de pinares y silencio, con ciervos que atraviesan las sinuosas carreteras y la portentosa naturaleza estadounidense como principal acompañante.

PREGUNTA. Su libro ha levantado críticas entre periodistas como Nick Bilton, responsable del blog de tecnología Bits de The New York Times, quien defiende que es mucho más natural para el ser humano diversificar la atención que concentrarla en una sola cosa.

RESPUESTA. Más primitivo o más natural no significa mejor. Leer libros probablemente sea menos natural, pero ¿por qué va a ser peor? Hemos tenido que entrenarnos para conseguirlo, pero a cambio alcanzamos una valiosa capacidad de utilización de nuestra mente que no existía cuando teníamos que estar constantemente alerta ante el exterior muchos siglos atrás. Quizás no debamos volver a ese estado primitivo si eso nos hace perder formas de pensamiento más profundo.

P. Internet invita a moverse constantemente entre contenidos, pero precisamente por eso ofrece una cantidad de información inmensa. Hace apenas dos décadas hubiera sido impensable.

R. Es cierto y eso es muy valioso, pero Internet nos incita a buscar lo breve y lo rápido y nos aleja de la posibilidad de concentrarnos en una sola cosa. Lo que yo defiendo en mi libro es que las diferentes formas de tecnología incentivan diferentes formas de pensamiento y por diferentes razones Internet alienta la multitarea y fomenta muy poco la concentración. Cuando abres un libro te aíslas de todo porque no hay nada más que sus páginas. Cuando enciendes el ordenador te llegan mensajes por todas partes, es una máquina de interrupciones constantes.

P. ¿Pero, en última instancia, cómo utilizamos la web no es una elección personal?

R. Lo es y no lo es. Tú puedes elegir tus tiempos y formas de uso, pero la tecnología te incita a comportarte de una determinada manera. Si en tu trabajo tus colegas te envían treinta e-mails al día y tú decides no mirar el correo, tu carrera sufrirá. La tecnología, como ocurrió con el reloj o la cartografía, no es neutral, cambia las normas sociales e influye en nuestras elecciones.

P. En su libro habla de lo que perdemos y aunque mencione lo que ganamos apenas toca el tema de las redes sociales y cómo gracias a ellas tenemos una herramienta valiosísima para compartir información.

R. Es verdad, la capacidad de compartir se ha multiplicado aunque antes también lo hacíamos. Lo que ocurre con Internet es que la escala, a todos los niveles, se dispara. Y sin duda hay cosas muy positivas. La Red nos permite mostrar nuestras creaciones, compartir nuestros pensamientos, estar en contacto con los amigos y hasta nos ofrece oportunidades laborales. No hay que olvidar que la única razón por la que Internet y las nuevas tecnologías están teniendo tanto efecto en nuestra forma de pensar es porque son útiles, entretenidas y divertidas. Si no lo fueran no nos sentiríamos tan atraídos por ellas y no tendrían efecto sobre nuestra forma de pensar. En el fondo, nadie nos obliga a utilizarlas.

P. Sin embargo, a través de su libro usted parece sugerir que las nuevas tecnologías merman nuestra libertad como individuos...

R. La esencia de la libertad es poder escoger a qué quieres dedicarle tu atención. La tecnología está determinando esas elecciones y por lo tanto está erosionando la capacidad de controlar nuestros pensamientos y de pensar de forma autónoma. Google es una base de datos inmensa en la que voluntariamente introducimos información sobre nosotros y a cambio recibimos información cada vez más personalizada y adaptada a nuestros gustos y necesidades. Eso tiene ventajas para el consumidor. Pero todos los pasos que damos online se convierten en información para empresas y Gobiernos. Y la gran pregunta a la que tendremos que contestar en la próxima década es qué valor le damos a la privacidad y cuánta estamos dispuestos a ceder a cambio de comodidad y beneficios comerciales. Mi sensación es que a la gente le importa poco su privacidad, al menos esa parece ser la tendencia, y si continúa siendo así la gente asumirá y aceptará que siempre están siendo observados y dejándose empujar más y más aún hacia la sociedad de consumo en detrimento de beneficios menos mensurables que van unidos a la privacidad.

P. Entonces... ¿nos dirigimos hacia una sociedad tipo Gran Hermano?

R. Creo que nos encaminamos hacia una sociedad más parecida a lo que anticipó Huxley en Un mundo feliz que a lo que describió Orwell en 1984. Renunciaremos a nuestra privacidad y por tanto reduciremos nuestra libertad voluntaria y alegremente, con el fin de disfrutar plenamente de los placeres de la sociedad de consumo. No obstante, creo que la tensión entre la libertad que nos ofrece Internet y su utilización como herramienta de control nunca se va a resolver. Podemos hablar con libertad total, organizarnos, trabajar de forma colectiva, incluso crear grupos como Anonymous pero, al mismo tiempo, Gobiernos y corporaciones ganan más control sobre nosotros al seguir todos nuestros pasos online y al intentar influir en nuestras decisiones.

P. Wikipedia es un buen ejemplo de colaboración a gran escala impensable antes de Internet. Acaba de cumplir diez años...

R. Wikipedia encierra una contradicción muy clara que reproduce esa tensión inherente a Internet. Comenzó siendo una web completamente abierta pero con el tiempo, para ganar calidad, ha tenido que cerrarse un poco, se han creado jerarquías y formas de control. De ahí que una de sus lecciones sea que la libertad total no funciona demasiado bien. Aparte, no hay duda de su utilidad y creo que ha ganado en calidad y fiabilidad en los últimos años.

P. ¿Y qué opina de proyectos como Google Books? En su libro no parece muy optimista al respecto...

R. Las ventajas de disponer de todos los libros online son innegables. Pero mi preocupación es cómo la tecnología nos incita a leer esos libros. Es diferente el acceso que la forma de uso. Google piensa en función de snippets, pequeños fragmentos de información. No le interesa que permanezcamos horas en la misma página porque pierde toda esa información que le damos sobre nosotros cuando navegamos. Cuando vas a Google Books aparecen iconos y links sobre los que pinchar, el libro deja de serlo para convertirse en otra web. Creo que es ingenuo pensar que los libros no van a cambiar en sus versiones digitales. Ya lo estamos viendo con la aparición de vídeos y otros tipos de media en las propias páginas de Google Books. Y eso ejercerá presión también sobre los escritores. Ya les ocurre a los periodistas con los titulares de las informaciones, sus noticias tienen que ser buscables, atractivas. Internet ha influido en su forma de titular y también podría cambiar la forma de escribir de los escritores. Yo creo que aún no somos conscientes de todos los cambios que van a ocurrir cuando realmente el libro electrónico sustituya al libro.

P. ¿Cuánto falta para eso?

R. Creo que tardará entre cinco y diez años.

P. Pero aparatos como el Kindle permiten leer muy a gusto y sin distracciones...

R. Es cierto, pero sabemos que en el mundo de las nuevas tecnologías los fabricantes compiten entre ellos y siempre aspiran a ofrecer más que el otro, así que no creo que tarden mucho en hacerlos más y más sofisticados, y por tanto con mayores distracciones.

P. El economista Max Otte afirma que pese a la cantidad de información disponible, estamos más desinformados que nunca y eso está contribuyendo a acercarnos a una forma de neofeudalismo que está destruyendo las clases medias. ¿Está de acuerdo?

R. Hasta cierto punto, sí. Cuando observas cómo el mundo del software ha afectado a la creación de empleo y a la distribución de la riqueza, sin duda las clases medias están sufriendo y la concentración de la riqueza en pocas manos se está acentuando. Es un tema que toqué en mi libro El gran interruptor. El crecimiento que experimentó la clase media tras la II Guerra Mundial se está revirtiendo claramente.

P. Internet también ha creado un nuevo fenómeno, el de las microcelebridades. Todos podemos hacer publicidad de nosotros mismos y hay quien lo persigue con ahínco. ¿Qué le parece esa nueva obsesión por el yo instigado por las nuevas tecnologías?

R. Siempre nos hemos preocupado de la mirada del otro, pero cuando te conviertes en una creación mediática -porque lo que construimos a través de nuestra persona pública es un personaje-, cada vez pensamos más como actores que interpretan un papel frente a una audiencia y encapsulamos emociones en pequeños mensajes. ¿Estamos perdiendo por ello riqueza emocional e intelectual? No lo sé. Me da miedo que poco a poco nos vayamos haciendo más y más uniformes y perdamos rasgos distintivos de nuestras personalidades.

P. ¿Hay alguna receta para "salvarnos"?

R. Mi interés como escritor es describir un fenómeno complejo, no hacer libros de autoayuda. En mi opinión, nos estamos dirigiendo hacia un ideal muy utilitario, donde lo importante es lo eficiente que uno es procesando información y donde deja de apreciarse el pensamiento contemplativo, abierto, que no necesariamente tiene un fin práctico y que, sin embargo, estimula la creatividad. La ciencia habla claro en ese sentido: la habilidad de concentrarse en una sola cosa es clave en la memoria a largo plazo, en el pensamiento crítico y conceptual, y en muchas formas de creatividad. Incluso las emociones y la empatía precisan de tiempo para ser procesadas. Si no invertimos ese tiempo, nos deshumanizamos cada vez más. Yo simplemente me limito a alertar sobre la dirección que estamos tomando y sobre lo que estamos sacrificando al sumergirnos en el mundo digital. Un primer paso para escapar es ser conscientes de ello. Como individuos, quizás aún estemos a tiempo, pero como sociedad creo que no hay marcha atrás.

Nicholas Carr

miércoles, 19 de enero de 2011

Último seminario: La Wikipedia

Como ya dije en el post anterior, esto se va acabando. En éste último seminario hablamos sobre la Wikipedia. A continuación formularé varias preguntas que, seguro, algunos de nosotros nos hemos preguntado alguna vez:

- ¿Qué es realmente? Es una enciclopedia libre compuesta por una serie de características que la destaca de las demás. Dichas características las podemos encontrar en las respuestas de las siguientes preguntass.

- ¿Quiénes forman parte de ella? Nosotros. Aquellos que queramos formar parte de ella y queramos aportar una información que nos parezca importante. Incluso, podemos editar la información que ya hay si creemos que ésta es errónea. Para poder haceer esto hay que registrarse previamente.

- ¿ Qué coste tiene? Es totalmente gratuita y todo el mundo puede acceder a su información libremente.

Espero que, pronto, los trabajos y los exámenes me dejen un hueco para poder encontrar un artículo adecuado y poder editarlo. Ahora que lo pienso, me sentiría orgullosa de mí mísma si aportara mi granito de arena a esta gran montaña en la que se ha convertido la wikipedia.

martes, 18 de enero de 2011

Última clase y novedades sobre las presentaciones

Ya estamos terminando las clases de biblioteconomía y se van acumulando los exámenes, trabajos y exposiciones orales. Mientras tanto, para desconectar un poco, aunque sea 5 min., podemos investigar una página web que vimos ésta última clase.
Dicha página se llama TED (tecnología, entretenimiento, diseño) la cual se dedica a difundir ideas interesantes sobre todo tipo de cosas. Alberga vídeos de conferencias o discursos, tanto de personas importantes como normales y corrientes que nadie conoce. Como bien dice uno de sus fundadores, lo que pretenden es: " potenciar el poder de las ideas para cambiar el mundo". La verdad es una web que recomiendo mucho ya que puedes encontrarte vídeos de muy diversos temas.
Por si quereis saber más sobre su fundación o en qué consiste os dejo el enlace de nuestra querida Wikipedia.

Por otro lado, volviendo al tema académico y a la fecha en la que estamos, citar dos páginas:

- Slider share que nos permite compartir presentaciones de power point. También nos sirve como un "almacen online" para tener nuestras presentaciones estemos dónde estemos. Y, sobre todo, un aspecto curioso es que se pueden comentar las presentaciones como si fuera una red social. Claro que, dependiendo de la privacidad, habrá personas que puedan descargárselo o no.

- Prezi nos permite crear una presentación muy original y "floreada" para nuestras exposiciones, tanto en clase como en un congreso de prestigio. La diferencia a una presentación normal es que ésta se presenta como en un mismo folio, y de ahí va sacando flechas o lo que quieras ponerle, y pasar de un apartado a otro en vez de pasar de diapositiva.
Como no sé si me he explicado muy bien os dejo, de nuevo, el enlace de dicho término en la Wikipedia.

Pues... ¡¡ ésto es todo amigos!! Espero, como siempre, que ¡¡os guste!!